De la carencia de emoción. –El importaculismo de las nuevas generaciones.

Y ha sido la misma vida la que me ha dado la fortuna de haber nacido en la década de los ochenta, aunque hubiese querido ser partícipe de Woodstock 69. Pues bien, muchos se jactan hablando de la tal generación X y esos cuentos, y la verdad no soy quien para decir si hago o no parte de ella; realmente decidí escribir este artículo por justamente una conversa que tuve la noche de ayer.

Hablando de pasiones y estas cosas, escuchando a Janis Joplin de fondo con “Piece of my heart” (me quede con las ganas de escuchar a Jefferson Airplane) es inevitable exclamar: wow!, estas personas realmente sienten pasión por lo que en su momento hicieron. La fortuna de mi generación es conocer lo que se hacía unos años atrás y lo que se ha venido haciendo a través de la historia. Los músicos clásicos, eran músico que por encima de las ganancias económicas que deja el hecho de ser famoso, hacia lo suyo por pasión, y sentía emoción por ello a diferencia de lo que vemos en la actualidad, los nuevos artistas solo lo hacen para tener reconocimiento, y tal vez ganancias económicas.

Es la misma evolución del ser la que ha llevado a la humanidad a perder la pasión y llegar a estar en un estado de adormecimiento cerebral, adormecimiento que concluye con actitudes humanas bastante complejas, como el importaculismo. Y es que pensemos bien en su definición: Un movimiento de ver, vivir y entender la vida con la clara filosofía de no alteración emocional del individuo” Feo, no? Y es que pienso en llevar a cabo alguna actividad por minúscula que parezca, que carezca de impacto a nivel emocional, sería algo vacío, algo sin sentido. Pero la realidad es que las nuevas generaciones se han acoplado a la perfección a este estilo de vida, a este mal llamado movimiento.

Mi cuestionamiento ahora seria, acaso los seres humanos nos hemos perdido en la evolución, pensando en que ser un ente emocional no es una alternativa sana? Que los seres emocionales son unos débiles? Que tal vez esa actitud de que nada a mi alrededor es tan suficientemente significativo como para darle la importancia que se merece, sea la más sana y audaz? Bueno, como lo dije en una publicación anterior, la respuesta está en cada uno de ustedes, los comportamientos del ser humano no siempre deberían ser un reflejo de lo que a su alrededor ve, todo lo contrario, debe de ser lo que por convicción nazca.

Justamente en la noche de ayer, un buen amigo que reconoce no me ha leído ni un solo poquito, me propuso que más bien estar perdiendo el tiempo escribiendo en este blog (y sé que a muchos de ustedes no les interesa en lo más mínimo lo que escribo, pero lo hago por propia convicción) tratara de escribir una canción, ya saben el feelling que existe entre algunos amigos por la música, mi respuesta fue un rotundo no, solo por una sencilla razón, esa tal canción que yo escribiría debería ser lo suficientemente buena como para dejar huella, pero con toda la emoción y pasión que le meto a las cosas, si llegase a encontrarme en contra al fracaso, sentiría el peor de los golpes llegar de frente a mi cara. Muy probablemente otra persona, sea capaz de arriesgarse por el hecho de ser una aventura que tal vez funcione, una de esas personas que usualmente diría, “igual, no pierdo nada”.

Creo que a este mundo, le hacen falta muchas personas que de verdad se preocupen por el presente que vivimos y el futuro que nos espera si seguimos habituándonos al importaculismo, perdiendo en esencia, el don de sentir emoción y pasión por algo, muy probablemente este don de nuestros antecesores haya sido el que nos tiene a nosotros en donde nos encontramos.